La industria alimentaria hace una contribución significativa a la gama de oportunidades de formación

Junto con la ANG (Asociación de Empleadores para la Alimentación y el Placer), la BVE apoya el "Pacto Nacional para la Formación y la Próxima Generación de Trabajadores Calificados en Alemania". En este pacto concluido entre el estado y la industria, las organizaciones centrales de la industria alemana piden a las empresas que creen nuevos lugares de formación y, si es necesario, que tomen medidas para proporcionar calificaciones introductorias para los jóvenes. Con este pacto también fue posible poner fin al debate sobre la controvertida tarifa de aprendizaje.

La industria alimentaria es plenamente consciente de su responsabilidad social como proveedor de puestos de formación. Ya existen numerosas iniciativas en las empresas en este sentido. Esto también refleja la tasa de formación superior a la media (proporción de aprendices entre los empleados sujetos a contribuciones a la seguridad social) en el sector de alimentos y bebidas en una comparación sectorial. En términos de participación en capacitación, la industria alimentaria está por encima del promedio en comparación con otros sectores económicos. Este fuerte compromiso con la formación profesional se debe en gran medida a razones extremadamente egoístas, ya que garantizar la futura necesidad de especialistas bien formados es un criterio esencial para la competitividad a largo plazo de las empresas.

Sin embargo, es necesario intensificar los esfuerzos y crear más plazas de formación, aunque sean pocas. Según datos del Instituto Federal de Formación Profesional, el próximo otoño habrá aún más jóvenes que el año pasado sin plaza de formación. Por lo tanto, pedimos a nuestros miembros que se pongan en contacto con sus empresas en consecuencia.

La causa principal de la problemática situación del mercado de la formación es la debilidad de la economía. En este contexto también pueden considerarse problemas la disminución del empleo y la falta de preparación para la formación de muchos solicitantes. Para superar estas dificultades, las partes en la negociación colectiva deben crear incentivos adicionales para la formación de aprendices y reducir las barreras.

En este contexto, no se puede dejar de mencionar que, a pesar de la tensa situación del mercado laboral en los antiguos estados federados, en el pasado no se pudieron cubrir puestos de aprendizaje vacantes en la industria alimentaria debido a la falta de candidatos adecuados. Así lo demuestra la relación oferta-demanda, según la cual en 2002 había 103,4 ofertas de formación por cada 100 solicitantes (Instituto Federal de Formación Profesional).

Fuente: Bonn [bve]