Utilice Corona como una oportunidad de cambio

La pandemia de la corona ha cambiado nuestras vidas y, en algunos casos, también ha cambiado nuestros hábitos alimenticios. La pregunta ahora es cómo podemos mantener comportamientos sostenibles y más saludables a largo plazo. Los científicos de la Universidad de Wageningen en los Países Bajos han evaluado nueve estudios de los Países Bajos y 23 estudios de Alemania y otros países europeos.

En los Países Bajos, el comportamiento nutricional de la mayoría de las personas no ha cambiado significativamente durante la época de la Corona. Sin embargo, existen tendencias interesantes para ciertos grupos. Al igual que en Alemania, esto afecta principalmente a personas más jóvenes, con sobrepeso y emocionalmente inestables. Desde el comienzo de la pandemia, alrededor del doce por ciento de los encuestados ha estado comiendo alimentos “no saludables” como bocadillos y comida rápida con más frecuencia, mientras que el 22 por ciento tiene una dieta más equilibrada con más frutas y verduras. Entre el 17 y el 27 por ciento compra productos locales, de temporada y orgánicos con mayor frecuencia. Hay menos compras impulsivas y menos desperdicio de alimentos.

Pero, ¿cómo se pueden explicar los hábitos alimentarios modificados? Hay diferentes explicaciones para esto. Un punto importante es la motivación interna: desde el comienzo de la pandemia, muchos consumidores han estado comiendo de manera más consciente y prestando más atención a su salud y al medio ambiente. En lugar de la comodidad y el precio, aspectos como los ingredientes naturales y el origen local se han vuelto más importantes a la hora de comprar. Además, la gente pasó más tiempo en casa el año pasado. Algunos cocinaron con más frecuencia con ingredientes frescos y de temporada. Otros no pudieron resistir las dulces tentaciones cuando estaban estresados ​​o aburridos.

Si bien las cifras parecen pequeñas, estos cambios en los hábitos alimentarios son difíciles de lograr en condiciones normales. La pandemia es una situación que cambia la vida y se puede utilizar para aprender y mantener buenos hábitos. La comunicación efectiva en los medios, por ejemplo, pero también los modelos a seguir en las redes sociales pueden mantener la motivación. Las personas con estrés emocional en particular necesitan apoyo. “El COVID-19 nos sorprendió, pero no hay razón para ser tomados con la guardia baja por las tentaciones que vendrán después de la pandemia. Los efectos de COVID en nuestras elecciones de alimentos brindan información que podemos utilizar para acelerar la transición a una dieta saludable y sostenible ”, resume Marleen Onwezen de la Universidad de Wageningen.

Heike Kreutz, www.bzfe.de

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